martes, junio 21, 2005

Trilogía por la dignidad III.

Necesitamos elaborar una Constitución Universal, que cumpla respecto del universo las funciones que con éxito han cumplido las Constituciones nacionales respecto de la nación. No estamos, pues, proponiendo una solución original, sino ampliando soluciones ya probadas.

Tres asuntos: la Constitución Universal es posible, que es necesaria y que debe fundarse sobre la afirmación de los derechos individuales.

Lo que proponemos es aplicar al universo el proceso constitucional tal como se lleva a cabo en las naciones. Podrán elaborarla y discutirla los expertos, los juristas, los políticos y los pensadores, pero tendrá que votarla el pueblo. [...] Se trata de activar la idea de dignidad como salvadora. Lo importante es relacionar felicidad privada con la felicidad pública.

Teniendo en cuenta todas estas cosas, proponemos como primer artículo de la Constitución Universal el siguiente texto:

Nosotros, los miembros de la especie humana, atentos a la experiencia de la historia, confiando críticamente en nuestra inteligencia, movidos por la compasión ante el sufrimiento y por el deseo de felicidad y de justicia, nos reconocemos como miembros de una especie dotada de dignidad, es decir, reconocemos a todos y cada uno de los seres humanos un valor intrínseco, protegible, sin discriminación por edad, raza, sexo, nacionalidad, idioma, color, religión, opinión política, o por cualquier otro rasgo, condición o circunstancia individual o social. Y afirmamos que la dignidad humana entraña y se realiza mediante la posesión y el reconocimiento recíproco de derechos.

Sobre estos cimientos podríamos construir la Ciudad feliz.

José Antonio Marina
La lucha por la dignidad.


Aquí se acaba esta trilogía. He hecho que sea una trilogía por darle un toque llamativo, pero podría haber seguido metiendo entradas hasta aburrirme. Recomiendo la lectura de ese libro como algo fundamental. Marina logra hacer un recorrido histórico precioso y después sentar unas bases críticas que finalmente tienen un objetivo de lo más loable, la Ciudad feliz. Y el medio a conseguirlo es nuestra inteligencia. No digo más. No hace falta. Leeros por favor el libro, no quedareis defraudados, y si teneis tiempo y ganas, Teoría de la inteligencia creadora es otro fantástico libro.

Saludos.

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