martes, junio 14, 2005

Marxismo y religión.

En efecto, las tres edades clásicas de la historia (Antigua, Media y Moderna) se corresponden puntualmente, desde Agustín de Hipona a Hegel pasando por Joaquín de Fiori, con las edades del espíritu: La Edad del Padre, la Edad del Hijo y la Edad del Espíritu Santo.

Resulta sorprendente que hasta los historiadores marxistas hayan aceptado el esquema tripartito cuando distinguen en la historia de la filosofía un periodo esclavista, un periodo feudal y un periodo capitalista. Ciertamente ahora las referencias del esquema son condiciones materiales de vida (modos de producción) y no personajes divinos, pero el sentido es equivalente, más allá de la secularización que para muchos sociólogos es la clave interpretativa.

Consumidas las edades del Espíritu, se decía antes, ingresamos en la vida eterna y bienventurada. Consumada la última fase capitalista, decían también algunos atnes de 1989, ingresaríamos en el paraíso socialista.




¿Y alguien se atreve a decir que no se puede ser religioso (cristiano por ejemplo) y marxista? ¿alguien puede mantener con fundamento que la teología de la liberación, profundamente marxista y cristiana, es contradictoria porque son dos campos opuestos e irreconciliables?

Saludos.

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