martes, mayo 03, 2005

Lo que vale.

Al asesinarlo lo convirtieron en una leyenda, y al cortale las manos cometieron una crueldad innecesaria y estúpida porque lo que valía en el Che eran el corazón y las bolas.

Un hombre se convierte en mito, en leyenda, y hay que pensar en el por qué y en qué significa. Por supuesto es un tema demasiado largo para tratar aquí, pero baste decir que lo que el Che hizo fue lo que él creía que debía hacer, puso el deber por delante de sí mismo. Podemos estar o no de acuerdo con sus ideas, pero de lo que no cabe duda es de su integridad y su compromiso, y por supuesto, de lo ideal de sus valores. Hitler también fue íntegro y comprometido, pero sus valores en absoluto idealistas, y mucho menos respetables. La ética del Che sí era digna de ser defendida.
El Che murió por primera vez cuando Fidel leyó su carta de despedida, resucitó y volvió a morir a manos del ejercito boliviano, aunque esta vez humillado su cadaver públicamente. No me resisto a pensar en lo literario de su muerte, e incluso, por qué no, en lo místico y religioso. Murió como los grandes personajes de la historia: humillado por sus oponentes para alzarse al olimpo de la historia. Y como todo mito, su función es, dice Mircea Eliade (otro día le citaré), el de servir de ejemplo. Ejemplo a seguir, paradigma de comportamiento. Los héroes míticos griegos eran personajes que enseñaban cómo comportarse, cómo vivir, cómo enfrentarse a situaciones. Eso es el Che, un héroe mítico actual. Como lo fue Aquiles, como lo fue Sócrates, como lo fue Jesucristo, como lo fue Buda. Son todos casos de vidas ejemplares. El Che estaría, sin duda, incluído en las Vidas Ejemplares de Plutarco.

Saludos.
P.D.: cualquiera que quiera dejar aquí plasmado alguna reflexión no tiene más que mandármela y yo se la publicaré.

3 comentarios:

Jil. LO dijo...

Enhorabuena por la inaguración!

La red necesitaba un pequeño hueco donde el maestro del pensamiento mostrara sus encantos.

Adronauta dijo...

Gracias Jillo.
Ahora solo me falta lograr meter los enlaces a vuestros blogs.

Adronauta dijo...

El Che fue un hombre al que se le recuerda, entre otras cosas, por su integridad moral y por sus actos nobles. Ejemplos: entraba el primero a la batalla y salía siempre el último, siendo el presidente del banco nacional cubano casi no tenía dinero para su cochambroso piso, no tuvo coche ni cuando fue ministro de industria, a su mujer embarazada no le regaló nada porque el resto de cubanos (decía) tampoco tenían nada para regalar, tiró una pota reprendiendo al cocinero cuando intentó hacerles una comida especial a los generales en Sierra Maestra, daba los medicamentos a los prisioneros antes que a sus hombres y por supuesto que a sí mismo etc etc etc.
El Che es un personaje que por este tipo de actitud y por sus ideas utópicas se convirtió en lo que conocemos ahora, un mito. Su foto es la de aquel que mira al infinito, aquel que sueña con otro mundo. Jesucristo soñó con otro mundo, Buda no solo lo soñó, llegó a él en vida (dicen), etc. Pero a lo que me refiero es a que el Che es un ejemplo, como lo fueron Aquiles (que como sabes no era lo que hoy llamaríamos "un buen ejemplo"), Cristo, Buda, etc. El Che es un mito por eso por lograr, cierto halo de divinidad en sus acciones, las cuales, saliéndonos del mito, no fueron siempre elegantes (aunque siempre con el mismo objetivo utópico). Otro día hablamos más mientras nos pimplamos una cerveza... o cinco.

Saludos.