viernes, septiembre 08, 2006

Superviviencia.





Recupero la actividad del blog. Siguiendo el consejo del maestro Mitxi me dispongo a contaros historias, espero que bonitas, de mi nuevo hogar: Tampere.

Por ahora qué decir: ilusión, miedo, mal inglés, algunas clases, algunas cervezas, un amigo italiano salido, un amigo alemán que es la viva imagen de Arnau (un poco más grande), otro italiano definible simplemente como raro, y un montón de gente a la que tengo que acercarme para poder vivir esta experiencia, y no sólo sobrevivirla.

El mundo finés. Raro mundo nórdico. Bonito, sí, bonito, pero algo no me gusta. Vine aquí para conocer una nuevo mundo, una nueva visión, algunos open-mind people. Quería conocer lo que es distinto. Pero nunca dije que me tuviese que gustar. No sabría deciros si me gusta o no. Es distinto. Cuando vuelva espero tener una respuesta.

Aquí la gente es diferente. Ven la vida con más calma, creo, porque esta va a ser la verdadera pregunta: ¿viven con calma o con resignación? Ver al país más rico Europa entrar en un estado etílico cada tarde, ver al país más civilizado de Europa tener el índice de suicidios más alto de la misma. Verles tirados encima de sus vasos de cerveza sin ilusiones ni esperanzas.

Ayer, sin embargo, me animé a ir a una fiesta de la que hablaban bastante bien, y con sorpresa vi un bar muy distinto. Juventud bailando, sin molestarse unos a otros, disfrutando de la música en vivo de un buen grupo. Mucho ritmo, mucha vida, esa vida que no hay en las calles. Quizá Finlandia tenga vida, poca, sí, pero de calidad. Bien es cierto que la mitad de la gente eramos Erasmus, pero la otra mitad no.

Ahora mismo sobrevivo y, en ocasiones, vivo.

A expensas de encontrar mi sitio en este triste y precioso mundo, os dejo un par de fotos robadas a Paloma.



1 comentario:

Trmndusk dijo...

Triste,triste...¿Cómo que triste? sino paras en casa; por la mañan de aquí para allá y por las tardes durmiendo para luego irte por ahí de farra con tus amigotes italianos,alemanes y mejicanos... Si el caso es quejarse....
Lo que pasa es que echas de menos los mimitos de mamá verdad?
:)