sábado, octubre 22, 2005

Asimov.

Buscando un buen anuncio para un trabajo de clase, me acordé de aquellos geniales de BMW, el archiconocido de la mano, "¿te gusta conducir?". Lo que no recordaba era uno de la misma tirada que aun es mejor. El anuncio, como recordareis, ofrece una serie de secuencias de gentes en variadas situaciones acompañadas de una voz muy profunda y una música destilado añoranza. Lo que la voz pronuncia es el siguiente texto:

"Fíjate en ti.No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien.El material del que estáis hechos es blando y su energíadepende de la oxidación ineficiente de la materia orgánica.Entráis cada noche en un estado de coma y soñáis,¿pero de que sirven los sueños si casi nunca se cumplen?Pensáis, es cierto, pero os equivocáis frecuentementey a la menor variación externa perdéis vuestra eficacia.Sois alterables, sois imperfectos.En cambio yo, preferiría sentir lo que sentís."

Pues resulta que el texto es de Asimov, del mismo relato (Razón) en que se basaron para hacer el guión de Yo, robot .

Cómo la perfección envidia la imperfección. Podríamos decir que la perfección es la Razón, con mayúsculas, la Razón en tanto que exactitud, ajuste, precisión, rigor. Imperfección en tanto que sentimientos, pasiones, tristezas, alegrías... la imperfección es nuestra parte menos precisa, la del corazón. Miro atrás y veo a Platón, Aristóteles, Séneca, 2000 años de cristianismo (San Agustín y Santo Tomás), etc. Ellos ya lo habían dicho, y un anuncio nos lo repite y lo revoca. Asimov rompe con la tradición y nos deja perplejos (¡una máquina perfecta nos tiene envidia!) en un texto genial.

Saludos.

No hay comentarios: